He tenido el placer de visitar Hiroshima durante un par de días. Y digo el placer sólo por cortesía porque, la verdad, Japón es igual vayas a donde vayas. Lo único que cambia es el número de extranjeros que te encuentras por la calle.
Sin embargo, hay 2 cosas que me interesaron en Hiroshima. Haga click en las fotos para ampliar.
1) Lo referente a la bomba atómica:
 Este es el edificio que quedó en pie, justo al lado del centro de la explosión.Sólo unos pocos edificios y puentes resistieron. El resto desparecieron completamente. |
 El museo es muy interesante, aunque en realidad me dejó bastante mal cuerpo, y eso que yo soy muy macho.Esto es lo que quedó de la gente a la que la bomba desintegró. Tampoco se cortan un pelo mostrando todo tipo de fragmentos humanos medio derretidos y resecos. No es recomendable de ver a no ser que seas un cerdo morboso. Además había unas colas enormes de cerdos morbosos para ver los trozos de gente, así que aunque quieras no podrás. |
 También hay una impresionante colección de objetos afectados por la explosión. Esto es realmente interesante. |
 Sin embargo tengo que decir que la explosión fue mucho más pequeña de lo que imaginaba. La bomba de Hiroshima era de 15 Kilotones, y actualmente se pueden comprar de 500 en cualquier supermercado soviético. Es muy fuerte pensar en el poder destructivo de un sólo de estos artilugios. |
Tengo que decir que esto de la bomba atómica todavía tiene a muchos japoneses enfurecidos, por lo que no es un buen tema para iniciar una conversación con alguien que no conozcamos bien.
Sin embargo, he estado hablando sobre este tema con japoneses de confianza y han coincidido con mis opiniones: Si los americanos no hubieran cortado de raiz el fanatismo japonés, entre lo otakus que son, y lo que curran, ahora Japón sería el país más peligroso del planeta. Afortunadamente, ahora concentran sus energías en producir, consumir, y pensar en el sexo.
2) La isla de Miajima:
 Y lo que me gustó no fue la famosa puerta roja (itsukushima ginja) por la que se puede pasar cuando baja la marea, que me importa un bledo. |
 Sino la cantidad de ciervos que hay sueltos. Todo un espectáculo para los amantes de los animales. |
 Pero tengo que advertir que son voraces como pirañas y hay que ponerse muy duro con ellos porque si no se te comen hasta la ropa y el pelo. |
 A mi uno me quitó una revista de debajo del brazo y después vinieron quinientos más. Cuando se retiraron (a los 2 segundos), en el suelo no quedaba nada. |
Este es el edificio que quedó en pie, justo al lado del centro de la explosión.Sólo unos pocos edificios y puentes resistieron. El resto desparecieron completamente.
El museo es muy interesante, aunque en realidad me dejó bastante mal cuerpo, y eso que yo soy muy macho.Esto es lo que quedó de la gente a la que la bomba desintegró. Tampoco se cortan un pelo mostrando todo tipo de fragmentos humanos medio derretidos y resecos. No es recomendable de ver a no ser que seas un cerdo morboso. Además había unas colas enormes de cerdos morbosos para ver los trozos de gente, así que aunque quieras no podrás.
También hay una impresionante colección de objetos afectados por la explosión. Esto es realmente interesante.
Sin embargo tengo que decir que la explosión fue mucho más pequeña de lo que imaginaba. La bomba de Hiroshima era de 15 Kilotones, y actualmente se pueden comprar de 500 en cualquier supermercado soviético. Es muy fuerte pensar en el poder destructivo de un sólo de estos artilugios.
Y lo que me gustó no fue la famosa puerta roja (itsukushima ginja) por la que se puede pasar cuando baja la marea, que me importa un bledo.
Sino la cantidad de ciervos que hay sueltos. Todo un espectáculo para los amantes de los animales.
Pero tengo que advertir que son voraces como pirañas y hay que ponerse muy duro con ellos porque si no se te comen hasta la ropa y el pelo.
A mi uno me quitó una revista de debajo del brazo y después vinieron quinientos más. Cuando se retiraron (a los 2 segundos), en el suelo no quedaba nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario